Redefiniendo la Cuerpa: El Nuevo Idioma de la Autoaceptación
En los últimos años, hemos sido testigos de un cambio radical en cómo las mujeres describen, perciben y celebran sus cuerpos. Ya no solo se habla de “cuerpo”; cada vez más mujeres optan por el término “cuerpa”. Puede sonar curioso, pero esta palabra lleva consigo una profunda intención: resignificar nuestro entendimiento y relación con nuestros cuerpos desde un enfoque feminista y de autoaceptación.
Me llena de emoción saber que nací en una época en la que podemos cuestionar las narrativas que nos han acompañado durante décadas. Ya no estamos dispuestas a normalizar el patriarcado, y cada vez más mujeres se unen para forjar cambios tangibles. ¡Estamos en un punto de inflexión crucial en la historia de la humanidad! Este es un momento de transformación social, ¿te vas a unir al impulso por modificar estos patrones o vas a quedarte inmóvil mientras otras luchan por abrirte espacio en el ámbito de los privilegios?
El Feminismo y la lógica de su existencia
Parece mentira que aún tengamos que explicar la lógica detrás del feminismo, pero aquí vamos: el feminismo existe porque hay una necesidad urgente de un mundo donde las mujeres puedan vivir en igualdad de condiciones. Esto incluye un mundo donde no se les juzgue, excluya o evalúe en base a estándares de belleza imposibles. El feminismo busca combatir la presión impuesta sobre las mujeres para que se conformen a un único modelo de “belleza ideal”. Quiere abrir puertas, mentes, y sobre todo, romper moldes.
Actualmente, el feminismo no solo combate estructuras sociales y políticas, sino que también busca reestructurar cómo entendemos nuestros cuerpos. Y aquí es donde entra en juego el término “cuerpa”.
¿Por qué decimos “Cuerpa”?
El uso de “cuerpa” responde a la necesidad de adaptar el lenguaje a una visión más inclusiva y cercana de nosotras mismas. Si bien el término “cuerpo” sigue siendo “gramaticalmente correcto” (aunque para mí, todo término que sirva para comunicar, ya es correcto en esencia, pues ese es el fin del lenguaje), “cuerpa” desafía las convenciones lingüísticas que históricamente han sido dominadas por el masculino. En lugar de ver la palabra como un “error” gramatical, el feminismo lo utiliza para cuestionar por qué nuestro idioma no refleja el poder y la diversidad de nuestras experiencias.
Además, “cuerpa” permite abrazar nuestros cuerpos tal y como son, sin pretender ajustarse a las exigencias del exterior. Es una forma de recordar que el lenguaje también debería evolucionar para reflejar y respaldar la diversidad de las realidades femeninas. No somos solo cuerpos; somos cuerpas, vivientes, cambiantes y diversas.
La influencia de los estándares de belleza y el patriarcado
Como vimos en este otro artículo sobre la historia de los estándares de belleza, estos han cambiado más que el clima, pero su impacto ha sido duradero y hasta devastador. Desde tallas minúsculas hasta curvas extremas, los ideales de belleza han sido fuerzas aplastantes en la vida de las mujeres, dictando qué aspecto deben tener para ser consideradas “dignas”. En Latinoamérica, por ejemplo, un 25% de las adolescentes y mujeres jóvenes ha recurrido a dietas extremas, y un 4% ha enfrentado un trastorno alimenticio diagnosticado en algún momento de su vida (imagina todas las que no han sido diagnosticadas😩).
Esta obsesión con la imagen corporal no es más que una manifestación de un sistema patriarcal que se empeña en regular nuestras cuerpas. Y mientras los estándares de belleza sigan dictando cómo “deberíamos” vernos, el feminismo seguirá existiendo para recordarnos que no tenemos que cumplir con ninguna expectativa que no venga de nosotras mismas.
El poder del lenguaje: un motor de Cambio
Nuestro lenguaje tiene un poder increíble. Piensa en esto: cada palabra que decimos o pensamos moldea nuestra percepción de la realidad. Las palabras son un reflejo de la cultura, y la cultura, a su vez, influencia cómo nos vemos a nosotras mismas. Por eso, al introducir términos como “cuerpa”, no solo estamos cambiando una palabra, sino que también estamos transformando una percepción.
Cambiar una palabra puede parecer un acto insignificante, pero en realidad es un pequeño paso hacia la construcción de un mundo donde nos podamos sentir cómodas y validadas tal y como somos. Cuando decimos “cuerpa”, estamos haciendo una afirmación poderosa de que nuestra corporalidad merece respeto, en todas sus formas, tamaños y colores.
¿Te animarías a empezar a decir “Cuerpa”?
Considera la posibilidad de integrar “cuerpa” en tu vocabulario. Puede que al principio suene extraño, pero date la oportunidad de sentir el peso (o la ligereza) de esta palabra en tu vida. Al principio, puede ser una palabra, pero con el tiempo se convierte en una declaración de autoaceptación. Es un recordatorio de que nuestros cuerpos, o mejor dicho, nuestras cuerpas, son nuestro hogar y no tienen que conformarse con lo que se nos impone.
Al final del día, el lenguaje es nuestro, y podemos moldearlo para que exprese nuestra verdad, para que respalde nuestras experiencias. Así como el feminismo continúa luchando por cambios sociales, también tenemos derecho a un lenguaje que refleje nuestra humanidad y nuestra diversidad.
Entonces, la próxima vez que te mires en el espejo, recuerda: no tienes un cuerpo, tienes una cuerpa. Una que merece amor, cuidado y respeto, justo tal y como es.
¿Qué significaría para ti comenzar a utilizar el término ‘cuerpa’ en lugar de ‘cuerpo’? ¿Cómo crees que esto podría influir en tu percepción personal y en la de quienes te rodean? Déjame tus reflexiones en los comentarios, me encantaría leerte! Un abrazo muy grande, Belén 🧚🏼